Los implantes dentales: ¿duran para toda la vida?

revista de Nobel Biocare, que comercializa los implantes Branemark, publicaba la historia de Sven Johansson, un paciente de Suecia que fue el segundo en todo el mundo en ser tratado con los implantes del Profesor Per-Ingvar Bräenmark… cosa que sucedió en 1967.  Así que Sven lleva 45 años con sus implantes. Hacemos referencia a esta noticia porque en cierta manera responde a una de las preguntas más frecuentes de nuestros pacientes cuando estamos considerando el tratamiento con implantes: ¿me durarán estos implantes toda la vida? Nuestra respuesta intenta explicar que no existe ningún tratamiento  que podamos garantizar de por vida (de  hecho nuestros propios dientes, como todos sabemos, no suelen durarnos toda la vida). Sin embargo, al igual que a nuestro querido Sven, lo habitual es que duren varias décadas y, por qué no, toda la vida. Hoy día gracias a la investigación contamos con implantes que han mejorado la capacidad de osteointegración (es decir, su capacidad de unirse al hueso), con un diseño más perfeccionado y mayor resistencia física, así como con menor pérdida de hueso, fruto de la experiencia adquirida en este campo durante estos 40 últimos años. Por tanto las perspectivas todavía son más optimistas que hace cuatro décadas. Como nos explican en el artículo, Sven ha cuidado su higiene bucal y rara vez ha fallado a sus revisiones dentales periódicas en todo este tiempo. Así que, siguiendo su ejemplo, es necesario seguir unas pautas para lograr esa longevidad del implante: -Los implantes dentales deben cuidarse del mismo modo que los dientes naturales: cepillado, uso de hilo dental, etc. -Es necesario mantener las visitas regulares al profesional, al igual que hacíamos antes de colocarnos los implantes -Al igual que a cualquier persona, determinados aspectos afectan a la salud bucal de los pacientes con implantes. El peor enemigo es sin duda el tabaco: fumar perjudica gravemente, también, a la duración de los implantes. El caso del paciente sueco, pues, y pese a ser único (ya que las generaciones anteriores aún no podían disfrutar de este tratamiento) no es extraño. Un buen tratamiento y un paciente responsable y cuidadoso con su salud y su higiene bucal permite una larga vida de los implantes. Y eso es sinónimo de un paciente satisfecho que disfruta día a día de haber recuperado la capacidad masticatoria, el confort, y la estética en su sonrisa.