


¿Existen los labios perfectos?
“la moda” de buscar unos labios muy voluptuosos ha decaído, dando paso a la búsqueda de unos labios más naturales. Siempre escuchamos las peticiones de los pacientes, pero como profesionales hemos de saber aconsejar y, porqué no, negarnos a según qué peticiones, porque la cirugía estética debe buscar belleza o incluso ligera desproporción, pero no puede dañar la imagen con resultados artificiales y poco elegantes. Muchas veces nuestros tratamientos buscan más “normalizar” labios pequeños y finos, optando por labios naturales, incluso por labios grandes y carnosos, pero evitando resultados desproporcionados que evidencien el tratamiento. Pero, ¿existen unos labios “perfectos”? ¿Cuáles son el volumen y forma adecuados? Vamos a intentar dar respuesta a esas dudas. En primer lugar, hay que tener en cuenta que cada cultura, país y por supuesto cada época marcan una serie de tendencias que hacen difícil encontrar una perfección “universal”. Como decíamos, buscar armonía y naturalidad es esencial en cualquier cambio estético, y ese debe ser el principio fundamental a seguir. La edad, el sexo y la raza también influyen, por supuesto, en los labios. No obstante, algunos parámetros nos pueden ayudar:
- Una “medida” estándar a tener en cuenta: el labio superior debe estar por delante del inferior y ser levemente más fino.
- En relación a las proporciones del rostro, el equilibrio es esencial. Una persona con unos ojos grandes y una nariz grande debe tener también una boca grande para lograr ese equilibrio.
- Si trazamos una línea vertical que pase por la punta de la nariz y la punta del mentón tendremos lo que se conoce como el “plano estético de Ricketts”. Nos servirá para conocer el grado de protusión o retrusión labial.
- Una remodelación labial no se debe limitar a conseguir un relleno del bermellón, sino que se deben valorar y tratar otras zonas del labio como la comisura, el arco de Cupido o el pliegue submental.