El paciente presenta una asimetría entre el lado derecho e izquierdo del rostro.
Deformidad dentofacial común, donde nos encontramos con un mentón retraído.
Exceso de maxilar inferior o déficit del maxilar superior.
Cuando al sonreír se muestra un exceso de exposición de las encías.
Presencia de un contacto prematuro a nivel posterior, que impide no cerrar bien.
La cirugía ortognática se realiza con la movilización y recolocación del maxilar superior y la mandíbula para obtener una armonía en el esqueleto facial y corregir cualquier tipo de deformidad facial.
Requiere de un estudio 3D de cada rostro para la creación de una planificación exhaustiva mediante programas informáticos. La intervención se realiza mediante placas y guías customizadas, corrigiendo la posición de los maxilares con total seguridad mediante incisiones intraorales y sin ninguna cicatriz facial.
La osteotomía de uno o de los dos maxilares es 100% precisa, y se reponen en la nueva posición fijándose con placas customizadas para cada paciente. Éstas placas se fabrican de forma individualizada para garantizar la mejor posición y unos resultados permanentes.
Nuestra cirugía ortognática es la más avanzada gracias a la customización. Somos expertos es corregir las deformidades faciales de manera rápida y mínimamente invasiva.
Los hacemos gracias a la tecnología y a la experiencia de nuestro equipo, sin realizar grandes incisiones ni largas intervenciones, consiguiendo un post-operatorio y una rápida incorporación a la vida habitual.
Las guías de corte personalizadas nos permiten cortar el hueso (osteotomía) con una exactitud del 100%.
Gracias al estudio y a su personalización, garantizamos una cirugía ortognática sin ningún tipo de riesgos.
Las placas se crean con la información de la posición exacta que debe ocupar el hueso, se adaptan perfectamente al paciente y al resultado esperado.
Ofrecemos la intervención más segura, rápida y mínimamente invasiva.
Cirugía ortognática con menos edemas e hinchazón y, por lo tanto, con una recuperación mucho más rápida.
El Dr. Toni Arcas es considerado un referente nacional en Cirugía Ortognática, su dilatada experiencia y su técnica mínimamente invasiva y personalizada le convierten en uno de los grandes expertos en el sector.
Siempre apostando por cirugías seguras y rápidas, el Dr. Arcas es el primer cirujano en utilizar la cirugía personalizada mediante guías y placas customizadas para garantizar resultados exactos, 100% individualizados, naturales acordes con el rostro del paciente y permanentes.
Descubre el caso de Andrea y cómo la cirugía ortognática customizada cambio su vida funcional y estética.
Descubre las opiniones de nuestros pacientes en tratamientos de cirugía ortognática.
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En MaxiloDexeus somos expertos y referentes en el diseño y colocación de guías y placas customizadas en cirugía ortognática.
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Nuestros pacientes nos avalan: contamos con una altísima tasa de éxito, incluso en los casos más complejos. Contamos con un equipo multidisciplinar que nos permite ofrecer los mejores tratamientos adaptados a las necesidades de cada paciente.
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Estamos ubicados en un centro de referencia, que cuenta con las últimas tecnologías para optimizar constantemente nuestros procedimientos.
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Utilizamos técnicas avanzadas de imagen 3D, gracias a lo que ofrecemos tratamientos 100% personalizados y con resultados exactos y duraderos. El escáner en 3 dimensiones nos permite crear la placa que mejor se adapta a las expectativas de nuestros pacientes.
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Utilizamos materiales de la mejor calidad, de marcas reconocidas y con estudios que garantizan su éxito a largo plazo.
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La experiencia y la tecnología incide en una rápida recuperación, con resultados y reincorporación laboral en apenas 10 -15 días.
Lo habitual es que el propio paciente sienta que su rostro no es armónico, y que la causa no es una alteración de la piel. Es muy probable, pues, que alguno de los huesos de la cara (mandíbula, maxilar, mentón, nariz o pómulos) tenga una posición o tamaño alterado. También es habitual que la forma de masticar sea diferente a otras personas: esto puede indicar que la deformidad afecta al maxilar o a la mandíbula.
Las incisiones se hacen internamente, con lo que no quedará ningún tipo de cicatriz visible.
Por supuesto. En los primeros días es común notar cierto “cansancio” y leves molestias, pero a medida que transcurran los días esta sensación desaparecerá por completo.
El dolor varía en cada individuo, pero la gran mayoría de pacientes sufren alguna pequeña molestia durante aproximadamente 2 semanas. El equipo recetará medicamentos para minimizarlas, y en pocos días el paciente podrá reincoporarse a su actividad normal.
El procedimiento clásico es el siguiente: “ortodoncia – cirugía ortognática – ortodoncia”. El protocolo “Surgery First” consiste en realizar la intervención quirúrgica sin preparación ortodóncica previa. Es después de la cirugía cuando se inicia el tratamiento ortodóncico para lograr el alineamiento final de los dientes. La gran ventaja de este protocolo es que hace que el tratamiento global sea más corto. También el cambio estético se produce antes (al inicio del tratamiento); aunque después el paciente deba llevar la ortodoncia, ya se aprecian claramente los cambios al realizar la cirugía nada más empezar el tratamiento.
Los cambios serán evidentes, y en casos de marcados defectos estéticos previos los resultados serán fácilmente detectables por terceras personas. Sin embargo, todo cambio estará previamente adecuado a los deseos y motivaciones de los pacientes. Apostamos por una cirugía racional, adaptada a cada individuo y con resultados muy naturales, respetando la personalidad de cada rostro.
El tiempo de baja dependerá de cada caso, pero lo habitual es una reincorporación total en apenas 10 días en una cirugía monomaxilar o hasta en 15 en una cirugía bimaxilar.
Por supuesto, la rinoplastia combinada con una cirugía bimaxilar es uno de los procedimientos complementarios más frecuentes.
Si la deformidad afecta la maxilar o mandíbula, se altera la ubicación y la oclusión de los dientes. En esos casos es imprescindible que el trabajo del cirujano se complemente con el del ortodoncista. Así se conseguirá una oclusión correcta a la vez que la armonía facial deseada.
El tipo de anestesia dependerá del tipo de intervención. Si se trata de una cirugía bimaxilar, utilizaremos anestesia general con ingreso hospitalario de una noche. Si se trata de una cirugía ortognática monomaxilar, como un avance de mentón, solamente necesitamos de anestesia local y sin ingreso gracias al protocolo Mentofast. Los pacientes vuelve a casa tras la cirugía.
En el caso de una cirugía bimaxilar necesitamos de unas dos horas, mientras que con un avance mandibular requerimos de 45 a 60 minutos.
Tras la intervención se le dará unas instrucciones al paciente, detallando el plan dietético para la correcta recuperación, empezando por una dieta líquida y, a los poco días, una dieta blanda. Será dependiendo de la evolución cuando el paciente puede recuperar su dieta habitual.
