


Implantes dentales en fumadores, una mala combinación.
Por eso, los implantes dentales se convierten en una solución definitiva sin necesidad de realizar otros tratamientos. Sin embargo, hay factores que pueden perjudicar su mantenimiento. Hoy os contamos porqué el tabaco es uno de los peores enemigos para la conservación de implantes dentales.
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¿Se pueden poner implantes dentales en fumadores?
El hecho de que un tratamiento implantológico fracase depende de muchos factores. De forma temprana, en la etapa inicial, el implante puede no integrarse por infecciones o por las condiciones biológicas del paciente. Cabe la posibilidad de que, una vez finalizado el proceso de osteointegración, surjan otras alteraciones. En este último caso, los hábitos de vida del paciente como fumar, están directamente relacionados con el origen del problema. Si bien el tabaco no es una contraindicación absoluta para la colocación de implantes, es necesario ser consciente de cómo este hábito perjudica el tratamiento. Está comprobado que los implantes dentales en fumadores responden peor, con una tasa de osteointegración de alrededor de un 4-5 % peor.Pero, ¿cómo afecta el tabaco en los implantes dentales?
Los efectos negativos del tabaco no se obtienen a través de la saliva sino de las sustancias tóxicas que pasan a la sangre del paciente. Según el estudio de Bain and Moy, los periodos de abstinencia son recomendables en cualquier tratamiento de implantología. Los autores recomiendan dejar de fumar 1 semana antes de la cirugía y mantener este hábito hasta 2 meses después del tratamiento. De esta forma, no entorpecemos la cicatrización y las posibilidades de éxito incrementan. La conclusión siempre es la misma: los implantes dentales en fumadores presentan más casos de fracaso. Estos son algunos de los efectos principales:- Retrasa la cicatrización que tiene lugar tras la cirugía.
- Altera los tejidos blandos de la boca.
- Reduce el aporte sanguíneo a la zona y, por lo tanto, la capacidad defensiva frente a agresiones microbianas.
- Aumenta la posibilidad de sufrir infecciones en las zonas operadas.
- Favorece la aparición de placa bacteriana.
- A largo plazo, el tratamiento implantológico tiene una duración menor.