


Un tratamiento de Botox para cada edad
post anterior, cada vez son más los jóvenes que vienen a nuestra consulta pidiendo tratamientos de Botox. Lo que antes solía parecer un procedimiento reservado a las grandes estrellas, o a personas por encima de los 40 años, se ha transformado en un tratamiento muy extendido, sobretodo por la sencillez de su colocación y por sus espectaculares resultados. Un ejemplo de ello es que nuestra consulta hemos podido constatar que el pasado año las consultas sobre este tratamiento en pacientes jóvenes de menos de 30 años aumentó un 64% gracias a buenos los resultados que conseguimos. Como tratamiento en auge, muchas pacientes nos visitan queriendo saber más sobre esta medida preventiva. Pero, ¿cuándo debemos comenzar con el tratamiento? ¿Debemos saberlo antes de ir a visitarnos? Os lo contamos.
¿Qué consigue el Botox?



El Botox es un medicamento compuesto de toxinas botulínicas que al inyectarse en los músculos, bloquea temporalmente los impulsos nerviosos locales que desencadenan contracciones, suavizando las arrugas y previniéndolas. Técnicamente el Botox no entiende de edades, pero se recomienda no empezar con el tratamiento hasta los 18 años de edad hasta los 65.
¿Cuándo y por qué se debe utilizar el Botox?
A los 20 años: Para prevenir las arrugas. Algunos expertos recomiendan usar el Botox en estas edades para reducir la sobreexpresión de un músculo facial. Si se piensa en usar Botox en un futuro, empezar el tratamiento a los 20 años creará un período de formación; entrenar a los músculos faciales para prevenir futuras arrugas en la piel.
Muchos temen por un efecto congelado en su expresión. Esto sólo ocurre cuando se usa en demasiada medida. Nuestro equipo de expertos garantiza la utilización justa de Botox para mantener la expresión de nuestros pacientes.



A los 30 años: Esta es la década en la que empezamos a notar algunas líneas finas entre las cejas y alrededor de los ojos. El Botox consigue ablandar e incluso borrar estas líneas, siempre y cuando se mantenga un tratamiento en el tiempo. Es posible que con una sesión cada 6 meses sea suficiente para sentirse más bien y seguro con uno mismo.



A los 40 años: Esta edad significa arrugas más evidentes. Las líneas son más propensas a quedar grabadas en la piel. También hay algo de pérdida de volumen en la cara, cosa que se puede remediar con la ayuda del Botox, consiguiendo una piel lisa y observando cambios de calidad y de capacidad de recuperación. Una vez más, es necesario mantenerse al día con inyecciones aproximadamente cada 3 meses.